Luces de bohemia presenta
un triple hilo argumental. El argumento superficial, el más evidente, es el que
desarrolla la historia de las últimas horas de la vida del poeta ciego Max
Estrella. Horas que transcurren en un vagabundeo por la noche madrileña al final
del cual el poeta muere miserablemente en la calle. Desaparecido Max Estrella,
la acción se prolonga a través de su velatorio; una conversación en el
cementerio entre Rubén Darío y el Marqués de Bradomín; y la última escena en la
taberna de Pica Lagartos. Paralelamente se desarrollan otros dos argumentos.
Por un lado, la huelga de proletarios de la cual tenemos noticia a través de
referencias no directas: ruidos, voces, alusiones informativas… Este argumento
permanece latente hasta la escena undécima (madre abrazando al hijo) donde
aflora y confluye con el argumento principal. Por otro lado está la detención y
la muerte del preso anarquista catalán.
Al principio nos presentan
al protagonista (Max Estrella), a su mujer y a su hija y en el ambiente de
pobreza en el que viven. Max Estrella es un escritor, aunque no muy reconocido,
ya que apenas le pagan por sus obras. Se quedó ciego, es muy anciano y tiene
constantes alucinaciones. Siempre está acompañado por Don Latino, persona que
le ayuda a publicar sus obras.
La verdad es que de este
libro me llamó la atención la hija de Max, que se llamaba Claudinita. Aunque no
hablo prácticamente nada, me pareció importante porque creo que es el personaje
más realista. Para ella la realidad es mucho más que el arte. Además es ella la
que se da cuenta de que Don Latino es malo y avaricioso ya que, aunque no lo
comenté antes, éste le robó la cartera y el cupón a Max poco antes de morir y
luego lo fue a cobrar. Ella es la que acusa a Don Latino de haber matado a su
padre.
El otro personaje que me
gustó fue Don Latino porque es la persona que mejor define el esperpento de
Valle-Inclán. Que me guste no quiere decir que no fuese desleal, ambicioso,
canalla y una persona sin dignidad. Además,
defiende las ideas comunistas de Lenin (como se ve en la escena II) pero es
incapaz de indignarse ante la injusticia social como cuando la madre perdía a
su hijo llamándole “verdulera” o diciendo: “está haciendo teatro”.
Me quedo con dos momentos.
El primero es la escena en la que Max va a la cárcel y conoce allí a un obrero
barcelonés, que acabó asesinado, que organizara un motín en su fábrica para
reivindicar sus derechos (escena VI) Y el otro momento es la muerte de un pobre
e inocente niño, que se vio en medio de una huelga ante el egoísmo de un
comerciante al que sólo le importaba que los cristales de su tienda estaban
rotos (escena XI)
A mí sinceramente me gustó
mucho este libro, eso sí, es un libro para personas que ya estudiaron y controlan
de historia y literatura porque si yo ahora no sabía quienes eran unos
personajes históricos que aludía la obra, hace unos años no sabía ni quién era
Lenin, ni Rubén Darío, ni nadie. Eso sí, para personas de más de 16 años es más
que recomendable.
Además creo que es una de
las muchas obras que es importante leer.
ICÍAR VILLAR SÁNCHEZ
Neste enñace podes ver a
adaptación teatral
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